Este
movimiento tiene como finalidad de mostrar algunos de los acontecimientos que
se dieron durante 1968 y confirmar la postura en cuanto a que la represión
castrista del gobierno de Díaz Ordaz y en su momento de Echeverría, son el
inicio del derrumbe del PRI, como partido en el gobierno y no así como partido
político, lo que provoca que el 2 de julio del 2000, el triunfo del PAN con su
candidato Vicente Fox obtengan un triunfo arrollador.
En efecto,
el 68 es el inicio del cambio, no lo detengamos, aportemos y apoyemos al
gobernante, exijámosle lo que como ciudadanos nos corresponde, no importa si es
PAN, PRI o el soñador PRD, seamos los mexicanos los promotores del cambio y no
los partidos con sus intereses mezquinos.
La
trascendencia del movimiento del 68, radica fundamentalmente en la conducta
cívico-política que han adoptado los mexicanos (el nuevo ciudadano o el
ciudadano renovado) en el acontecer nacional de entonces hasta nuestros días,
ello generó que la participación ciudadana en las cuestiones públicas y
políticas, sea hoy, gran capital de nuestra incipiente democracia.
En la
investigación del México 68, en esta se relatan las primeras manifestaciones e
indicios de descontento externado del estudiantado hacia el gobierno Federal, cuenta
cómo va tomando fuerza el movimiento, hasta el grado de preocupar tanto al
gobierno para hacerlo perder la cabeza.
El 22 de
julio se registró una pelea entre estudiantes de la Vocacional 2 del IPN y de
la preparatoria particular Isaac Ochoterena, en la Ciudadela.
Al día
siguiente, en represalia, preparatorianos universitarios apedrearon la
Vocacional.
El 26 de
julio una manifestación de estudiantes que conmemoraba la Revolución Cubana
chocó con otra organizada por la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos
(FNET), que protestaban por la intervención policiaca durante la pelea entre
alumnos de la Vocacional 2 y los preparatorianos. La manifestación fue
reprimida duramente por la policía. Los días siguientes tuvieron lugar
enfrentamientos entre policías y estudiantes.
El Consejo
Universitario estableció 8 demandas, coincidentes en general con las
estudiantiles. Se sumaron al movimiento estudiantes del Conservatorio Nacional
y de la Normal Superior. El CNH declaró que la FNET no representaba al
estudiantado.
El 22 de
agosto el gobierno declaró que tenía la mejor voluntad de dialogar con
representantes estudiantiles. Profesores y estudiantes respondieron
afirmativamente, siempre y cuando el diálogo se realizara en presencia de la
prensa, la radio y la televisión.
El 27 de
agosto salió una manifestación desde el Museo de Antropología hasta el Zócalo,
donde los estudiantes permanecieron en la plaza e izaron una bandera rojinegra
a media asta, que luego fue arriada. En la madrugada, quienes permanecieron
allí fueron desalojados por la fuerza pública. Al día siguiente hubo un acto de
desagravio a la bandera nacional, al que asistieron trabajadores al servicio
del Estado. Nuevo enfrentamiento con fuerzas públicas. Comandos del ejército se
apostaron en las cercanías de la Ciudad Universitaria y de Zacatenco.
El 1 de
septiembre, el presidente amenazó con sofocar el movimiento estudiantil. El día
7 de septiembre se celebró un mitin en Tlatelolco. El 19 de septiembre, el rector
protestó por la ocupación militar, que duró 12 días.
La Cámara de
Diputados, en voz de su líder Luis Farías, atacó al rector Barros Sierra, quien
presentó su renuncia, que no le fue aceptada.
La Junta de
Gobierno le pidió expresamente que permaneciera al frente de la Universidad
Nacional Autónoma de México. El 1 de octubre se reanudaron las labores de
investigación, administración y, parcialmente, las de difusión cultural. El CNH
decidió mantener la huelga escolar. La tarde del 2 de octubre de 1968, cuando
la ciudad guardaba un sospechoso silencio, miles de estudiantes salieron a la
calle a protestar contra el autoritarismo gubernamental, que se hacía presente
en persecuciones, secuestros, torturas y asesinatos contra quienes le mostraban
públicamente su rechazo, el régimen respondió enviando al ejército y toda su
estructura policiaca a reprimir y asesinar a quienes osaron manifestarle su
repudio
Así fue, el
2 de octubre de 1968, esa fue la fecha. . . se celebró un nuevo mitin en la
Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. Tras una señal luminosa se abrió
fuego contra el Edificio Chihuahua, donde supuestamente se encontraba el CNH.
Asimismo, se disparó contra la multitud, con un saldo de muchos muertos,
heridos y detenidos. Días después, el
CNH anunció que, pese a la represión, el movimiento continuaría. Para entonces
habían sido detenidos muchos de sus dirigentes.
El 12 de
octubre fueron inaugurados los XIX Juegos Olímpicos, en la Ciudad
Universitaria. Para ello, se declaró un periodo vacacional. Después de la
clausura de los juegos, la actividad universitaria tendió a normalizarse.
El número de
detenidos, entre estudiantes y profesores, era considerable.
La huelga
estudiantil concluyó oficialmente el 4 de diciembre. El rector se negó a
aceptar un voto de confianza que le otorgó el Consejo Universitario en su
sesión del 20 de diciembre. Por último, fue aprobado un informe de demandas que
presentó la Universidad con motivo del movimiento estudiantil. El rector logró
pronto que la comunidad universitaria volviera a la normalidad académica y
cultural. En el informe presidencial de septiembre, Gustavo Díaz Ordaz asumió
toda la responsabilidad de su política en torno al movimiento
estudiantil-popular del año anterior. Seguían detenidos los principales líderes
del movimiento: Luis González de Alba, Gilberto Guevara Niebla, Tomás Cervantes
Cabeza de Vaca, Sócrates Campos Lemus, así como los profesores Fausto Trejo,
Heberto Castillo, Elí de Gortari y José Revueltas, entre otros. La sucesión
presidencial fue decidida en favor del secretario de Gobernación, licenciado
Luis Echeverría Álvarez, quien desarrollaría una campaña electoral exhaustiva.
Esto ha
repercutido en nuestro beneficio gracias a los jóvenes héroes del 68.
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